Série Um Século de Surrealismo – Poetas, 23
Organização e tradução de Floriano Martins
Um dos nomes mais decisivos na difusão do Surrealismo no Brasil, Sérgio Lima é essencialmente poeta, embora sua poesia, de grande força erótica, tenha sido deixada à margem de uma circulação mais ampla. A primeira vez que o divulguei em um livro foi na versão original de Escritura conquistada – Diálogos com poetas latino-americanos, em 1998. Três anos depois eu o incluí em O começo da busca – O surrealismo na poesia da América Latina. Posteriormente, em 2004, preparei nova reunião de poetas, bastante ampliada, desta vez publicada em espanhol, na Costa Rica, intitulada Un nuevo continente – Antología del Surrealismo en la poesía de nuestra América. Nos três volumes era possível ler uma boa mostra da intensidade poética de seu autor. Sérgio Lima, ao lado de Leila Ferraz e Paulo Paranaguá, foi responsável pela organização da XIII Exposição Internacional do Surrealismo, a primeira no Brasil, e a publicação de uma revista-catálogo intitulado A Phala, ambos projetos, ambiciosos e renovadores, realizados em 1967. Publicamos abaixo uma série de seus poemas, parte em português, parte em espanhol, para que sejam desfrutados na extensão dos dois idiomas.
>> 1. POEMAS EM PORTUGUÊS <<
O LÁBIO ONDE ANDA A LUZ
o frasco de vidre que aguarda
os pés gelados da groselha aerodinâmica
introduz o asterisco na tua face pálida
grain-de-beauté misterioso como se fosse tua orelha
diminuída para sempre em uma comunhão histérica
a partir do orgasmo madreperolado e cor de mel
do molde sublime de teu osso sacro
como a cela de ouro do pontudo rosto negro
da loba exu que surge
por entre as folhas bentas
e os terços de sangue
da mata dentro da linhagem branca
do sol violáceo
que se ascende
no plenilúnio
de meu ventre
tatuado no deserto da paixão por tua língua,
papoula errante
minha caneta de cachoeiras
minha gaiola de orquídeas divididas
minha borboleta de sal amontoado pelo mar
minha bandeirolas de cílios de fumaça
minha caixinha de música de figueiras que tombam
minha bandeja de meias de nylon e luvas de marshmallow
minhas costas duplas arrepiadas até o cóccix
meu leque transpirante
tu és como a passagem da ferradura pelo diadema de fogo
A ANUNCIAÇÃO DE FOGO
você é a anunciação sua pessoa carrega urna aura que me envolve em um prazer infinito
você é a anunciação seu corpo produz em meu cérebro pensamentos chamejantes meus olhos congestionados fecham-se doloridos
seu leito de origem é a cachoeira congelada que resplandece em todos seus estiletes noturnamente
você se levanta da crisálida subterrânea de algas em brasa aparecendo na extremidade do lago
de seu corpo-fogo em meia obscuridade esguicham cintilações você avança arrastando sua longa capa inflamável
e dança na superfície de vidro a cada salto suas pegadas transformam-se em fogueiras perenes
adianto-me febril ataco as muralhas de vidro do castelo incendiado com mil lanças de diamante
seus cabelos incendiários são inquebráveis à noite
seu corpo está completamente em brasa
seu perfil fosforescente aproxima-se e se esgueirando tenta embutir as mamibras em minhas
espáduas que (ficaram extremamente sensíveis após a extração das duas asas de farta penugem) contraem-se produzindo um longo arrepio
em uma alcova completamente negra você entra com seu véu de sangue terei finalmente seus aquáticos lábios de rainha
você traz a anunciação de fogo ao vê-la entro em transe e experimento o delírio do amor sublime
DESPATALADA
as sombras das bananeiras
curvavam o meu ser de pensamentos
moles como as mais vermelhas
manhãs cacheadas de lábios
abertos e entreabertos
ao meu redor
enquanto te despias e caías
acompanhando a queda fatal
de tuas roupas despregadas
nos meus olhos
de noite
de tempestade
e atrás de ti vinham as feras de esmaltes
silenciosamente ondulantes em teu brasão louro
que se denunciavam nos teus pulsos régios
aprisionados por tuas unhas
curvas, querida
e os teus seios pousavam em minha cabeça
enquanto as tuas coxas davam a volta
vindo se deitar em minhas costas de iguano de cristal
o meu rosto e a antiguidade do assento
das profecias sagradas
e as plumagens alisadas pelos teus próprios lábios pálidos
as tuas olheiras belas belas
inesquecíveis como a suave textura oleosa e mágica
da larga folha de bananeira das sombras
EU SOU
seios de açúcar, seios de sal
seios de cacau
as redes sórdidas e os véus rasgados
franjas dilaceradas suor fumo
que se unem formando
os dedos negros do ex-voto
Macau
bambual os delírios
LA VÉNUS EN LAINE
a grande tecedora de fios
de lãs do entardecer
de lãs dos corpos
da lãs das margens
das lãs trazidas pelos ventos e pelos céus
das lãs das ovelhas perdidas
das lãs das flores de algodão abertas
das lãs das pubes e das axilas
das lãs dos montes e dos céus
das lãs tecidas e macias
em suas pernas arredondadas
e que se juntam
em uma lã mais escura e bordada à mão
a grande tecedora de lãs
que fia o seu olhar de mel
>> 2. POEMAS EM ESPAÑOL <<
Para mí el poeta debe ser ante todo un artista integral, un hombre hondamente preocupado por radicalizar al máximo, para distinguir las diferencias; pues es allí donde encuentra todos sus caminos abonados y el único lugar digno para su trabajo. No hay que olvidar que toda esta mass-mediocrización ha hecho de la poesía, el arte y la música un lugar común. En este sentido las tareas del poeta y del creador son las mismas, desde que Baudelaire rompiera todos los moldes y nos colocara de frente con el porvenir, así que no existen disculpas y tanto en Colombia, como en Brasil, o en cualquier parte del mundo, la situación no es diferente.
[S.L., 2002]
SU CUERPO NEGRO
Su cuerpo negro se extiende por todas las cosas en un manto florestal silencioso y las cosas cubiertas van produciendo los silbidos de la noche salvaje sus muslos se alinean en tenues automóviles negros en las dos avenidas que llevan a la fuente de donde chorrea petróleo la enramada que envuelve la fuente es toda de encajes negros que quedan con reflejos blancos al final de las dos avenidas sus pies entrelazam sus dedos blancos de piedra presentando el acento esmaltado las caderas fluctuantes y están equilibradas en un salto de vidrio redondo y fino sobre la boca de una raya negra que resbala en el fondo lodoso del lago laca su cuerpo negro subiéndome la escalera sus senos copas de frondosos árboles negros se balanceaban al viento de mis narinas de cobre su cabellera en una densa nube negra a la cual yo cargué de lluvia plateada se extiende en interminable cortina que revolotea bajo la extensa baranda de su rostro sin ventanas un voladizo liso y ladrillado de terciopelo negro en sus hombros una rueda gigante toda forrada de negro rueda a las personas y las personas sentadas miran con miedo hacia abajo donde se eriza encrespada la axila negra su pescuezo se estira veo las escalinatas de mármol negro que llevan a sus labios de carbón largos cipreces sirven de cobertura a su sexo en un pudor de reflejos negros sus manos menuditas los sostienen al frente de su sexo que sublevado e incandescente en su armadura negra se agita incontenible en un bólido de fuego yo el jardinero rojo me acuerdo de los dias de poda con las enormes tijeras de seda negra que cubría sus tiernos brotes grises sofocando su crecimento lujurioso avanzo incontenible mi cuerpo es envuelto por las riendas que impiden la entrada de la fuente desesperadamente con todo el peso de mi falo intento detener la salida del petróleo en una combustión maravillosa veo sus labios hinchados y dulcemente sus párpados de papel carbono se abren y desmayo al ver sus ojos bermejos ahogándose en mis órbitas ígneas maravillosamente a encender fuego a la enramada y yo poseo en un esplendor llameante su cuerpo nocturno
EL TOTEM DE TU ALMA
el gran oso hormiguero indeciso como el delta de tus venas en mi imagen
oscila lentamente su larga cabeza de fiera marrón y negra
y su larga lengua azul-marina
se inscribe entre los arabescos delirantes
del libro de las horas de deliciosa tortura
de los rostros de mi amada
perdida para siempre en la redondez de sí misma
y con el hennin sagrado de tu clítoris
desplegado en el éxtasis
de tu frente con puntilla de lentejuelas de mi ropaje
y de tus senos desbordados
en dos ríos de leche y sangre
que te embriagan con el aroma
de una pierna de hechicera
untada de aceites hasta el muslo reluciente y blanco
única
en pie
enamoradamente solitaria en la hoguera de la noche de la ausencia de los cuerpos
donde el animal mágico dibuja la lascívia
en el aire perfumado por tus cabellos abiertos
en una negra carcajada.
LOS ÁRBOLES SON LOS REFLEJOS DE LOS CAMPOS
los animales negros son las manos de la noche
su figura es la rosa apocalíptica
flor y llama los círculos emanan de la palma de su mano
la violencia de la mujer está coagulada en sus ojos
en el mar de azúcar de su lengua y en sus rodillas delgadas
la inmovilidad y la posibilidad de la violencia es la angustia
sensual
de las partes ovaladas de su cuerpo es la memoria de cómo allí revoloteó
uno de sus senos
sus suaves senos blancos y rosas
que pasean por la anatomía amorosa de la imagen
de su piel alucinada suavidad cubierta por las medias de encaje por las ligas por las cintas de seda
de su piel que queda irisada
ante la presencia suave de mis ojos que la tocan como un abordaje
a sus nalgas son el cielo de la estrella negra
su anca es mayor que la noche
mi bola de cristal de corazón de flores de cuaresma recogidas y unidas en un meollo dilatado de pasión redonda
su espejo mágico es una piedra oval con una vena clara
en forma de A
por la noche el Sol mira a la Luna
en estos días en que quedo emocionado por la figura del cuerpo humano
como las formas de su presencia mi cuadro de sensitivas de blancuras
y las flores se inventasen de su alto salto negro
yo quiero en un único beso
deformarla para siempre
MI AMADA CONVEXA
mi amada convexa de dos lunas
en el sílex la marca de tus besos
en la corola de las flores tus risas
bajo mi camisa el camafeo de tus recuerdos
joya de sangre coagulada y heliotropos
acostada toda abierta verdad rubia
en mis axilas el tatuaje fósil de tu pensamiento amoroso
las paredes del cuarto adornadas de golondrinas adormecidas
mis cuadernos de escritura
guardados junto con tus zapatos de tacón alto de barniz
cerca el espejo hecho a la medida de tu cuerpo
la ventana dando para la larga zorra blanca
que pasa por la noche con sus ocho mamas desmayadas
trayendo en la memoria el círculo de fuego
y tu aparición agrietada
ancas de tormento
diadema
del jamás
EL DESEO RE-ENCANTA AL MUNDO
Los paisajes primeros de la carne amada
las mil delicadezas y eyaculaciones con que te cubro el cuerpo espléndido de exuberancias
blanco pandemónium
erguida de carnaciones blanquecinas la torre quebrantada de gozos y banderas de marfiles
igual minaretes de delicias inimaginables antropofágicas y bárbaras de azules
la báscula de las caderas y la suavidad de las formas que nacen de tus nalgas
que me consumen chupando y surgiendo de ti en espirales de humo que brotan y se alzan a los cielos
entera desmayada como un dosel labrada por mis besos y pequeños mordiscos
eres y estás al frente de tus redondeces
recostada en la propia curvatura de tus ancas piensas en el maravilloso doblez partido
e incontorneable
infinitamente curvo
igual al gran río de tu voluptuosidad ondulando por los
márgenes del deseo
con resonancias de las carnes rítmicas eres la apasionada de la libación ritual de mis mieles
te hablo de un orificio y de los barros de un amor amasado y
voraz,
de las manos que exprimen dedos de arcillas coloridas de
semen de dedos y del monte de Venus que aún tiene el
corazón del modelaje el increíble palpar de las flores
y el zumo que fluye incontenible del antro clitóreo de tus
espasmos orgásmicos
revelando tu perfil de pitonisa y reina de los oráculos
coronada de la montura ebúrnea de los argonautas mi espejismo
de más querer
y mujer intensamente poseída
el cuerpo maravilloso lugar de los éxtasis y el encantamiento
muestra los relieves pronunciados de tus
caderas ojivales
nacientes de los riñones arqueados y de la curva cóncava del sacro que te sostiene en el deslumbramiento
excesivo y transbordante de tus formas
recubiertas a veces por aluviones de organzas y tafetanes
y gasa chiffon
cuyos encajes negros no ocultan tu blancura alucinadamente suave
y redondeada
en manchas de blanco
en la lluvia que te cubre en un desborde de copos y cremas
transustanciadas en sedas y algodones plisados en
rubias curvaturas que te insinuan aún más en vértice amoroso